Después de desarrollar una fascinación por las
monedas digitales, en mayo Jonathan Silverman dejó de trabajar
administrando fondos en Morgan Stanley para dedicarse, en cambio, a
operar con material virtual.
Como director de operaciones en una casa
de cambio de Bitcoin, Silverman, de 25 años, se sumó a una bandada de
agentes, analistas de fondos de cobertura y otros especuladores de Wall
Street que apuestan a la nueva moneda. Se sienten atraídos por el valor
en alza de Bitcoin unas 50 veces en este último año- así como por la
novedad de liderar un nuevo ámbito de las finanzas. Pienso que Bitcoin
será la primera y más vieja criptomoneda pero no la última, dijo
Silverman. Será un activo refugio de primera línea. Por ahora,
Bitcoin, una invención volátil y mal comprendida, es de todo menos
segura.
Las medidas enérgicas adoptadas en Wall Street en materia de
toma de riesgos y una reducción de empleos y remuneraciones en todo el
sector desde la crisis financiera han aumentado el atractivo de la
moneda virtual para los banqueros que buscan ganar en otra parte.
Algunos
entusiastas de Bitcoin están comprando y reteniendo la moneda,
apostando a que alcanzará nuevos máximos. Otros están creando empresas
para negociar, cambiar y almacenar Bitcoin. Otros, por su parte, reúnen
capital de riesgo en Silicon Valley y demás con la mira puesta en
invertir en empresas relacionadas con Bitcoin. Se trata, en su mayoría,
de individuos.
Están adelantándose al resto de Wall Street, dijo
Barry Silbert, fundador de SecondMarket Inc., una agencia de corretaje
de Nueva York que maneja un fondo de moneda virtual.
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